El cebollino es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia de las amarilidáceas, estrechamente emparentada con la cebolla, el ajo y el puerro. Se caracteriza por sus delgados tallos huecos y cilíndricos, de color verde intenso, que pueden alcanzar entre 20 y 50 centímetros de altura. Estas hojas tubulares y finas crecen en pequeños grupos formando matas densas, y poseen un aroma y sabor suave que recuerda a la cebolla, pero más delicado y fresco.
Originario de las regiones templadas del hemisferio norte, el cebollino se cultiva ampliamente en huertos y jardines de todo el mundo debido a su facilidad de crecimiento y su utilidad en la cocina. Prefiere suelos bien drenados y exposición al sol o sombra parcial. Es una planta resistente que puede sobrevivir en climas fríos y es comúnmente usada tanto fresca como seca.
En gastronomía, el cebollino es muy apreciado por su sabor suave y versátil, ideal para dar un toque fresco y aromático a una amplia variedad de platos. Se emplea frecuentemente en ensaladas, sopas, cremas, quesos frescos, huevos, pescados y salsas, así como en la decoración de platos gracias a su color verde vibrante y textura delicada. A diferencia de la cebolla común, el cebollino no suele cocinarse por tiempos prolongados para conservar su frescura y sabor.
